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Gobierno respalda a Arribas y vincula a Odebretch con el kirchnerismo
El primer escándalo político del año tiene nombre y apellido: Gustavo Arribas. Y se perfila para convertirse en el primer caso judicial vinculado a un acto de corrupción que salpica al gobierno de Cambiemos. A raíz de una investigación periodística, el director de la Agencia Federal de Inteligencia quedó involucrado en el presunto cobro de coimas por u$s 600.000 a la constructora brasileña Odebrecht y ayer desde el Gobierno lo respaldaron el ministro de Justicia, Germán Garavano, y el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta.
El aval al funcionario, sin embargo, no implica que en el Gobierno relativicen el tema. En el comienzo de un año electoral, la noticia cayó pesada, sobre todo teniendo en cuenta que desde el inicio de la gestión el presidente Mauricio Macri condenó la corrupción durante el kirchnerismo. Como contrapeso, argumentan, los hechos investigados sucedieron a mediados de 2013, cuando Arribas no era funcionario, y que el caso Odebretch, involucrado en la mega operación conocida en Brasil como Lava Jato, también perjudica al Ejecutivo anterior, ya que uno de los apuntados en la investigación es el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, detenido desde abril en el penal de Ezeiza. Además, se estima, la empresa brasileña obtuvo de parte del kirchnerismo $ 10.000 millones en contratos por obras. Odebretch reconoció en la justicia estadounidense haber pagado u$s 35 millones en coimas en Argentina para obtener licitaciones.
“No se entiende qué festeja el kirchnerismo con esta noticia, cuando el Lava Jato los incluyó a ellos”, comentaban ayer fuentes de Casa Rosada, en la previa a la reunión de sguimiento que Macri mantuvo, entre otros funcionarios, con Garavano.
A la vez, en relación a Arribas, la creencia es que el Presidente lo mantendrá en el cargo, a menos de que las denuncias logren sustento judicial. Y diferencian este caso del que fue parte el jefe de la Aduana, Juan José Gómez Centurión, destituido luego de que una denuncia surgida de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich lo vinculara con maniobras irregulares en la importación de containers. Después de esa acusación y de que la causa no prosperara en la Justicia, Gómez Centurión fue repuesto en el cargo.
Según la nota publicada por La Nación el miércoles, el operador paulista de Odebrecht Leonardo Meirelles aseguró ante la Justicia de Brasil haber hecho depósitos en cuentas de Arribas por casi u$s 600.000, lo que fue negado por el funcionario argentino, quien sí reconoció una transferencia de u$s 70.000 que le realizaron por la venta de un departamento en la ciudad brasileña de San Pablo.
A raíz de la nota, la diputada Elisa Carrió, socia de Macri en Cambiemos, formalizará una denuncia contra Arribas, a quien viene cuestionando desde que fue designado en el cargo hace un año. También lo hizo el Frente para la Victoria (ver aparte). Ante ese complejo horizonte judicial fue que Garavano se mostró mesurado frente a la culpabilidad, o no, de Arribas.
“Por lo que se ha señalado, entiendo que Arribas no debe ser separado de su cargo. Después, según cómo evolucione la cuestión, se verá. Pero es una decisión del Presidente”, subrayó el ministro, quien también resaltó que “por ahora estamos simplemente ante un cúmulo de insinuaciones y frente a un hecho sobre el cual se ha brindado una explicación”. Al igual que Garavano, Rodríguez Larreta también respaldó al jefe de la AFI y afirmó que “todos” los ciudadanos son “inocentes hasta que se demuestre lo contrario”.
Por otro lado, ante la presunta falta de informes sobre la operatoria denunciada, la UIF afirmó hoy que no puede brindar información sobre ningún caso hasta no “agotar el análisis de una operación sospechada de lavado de dinero”.