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DATA NACIONAL
Sergio Massa mordió el fruto prohibido aliándose con el kirchnerismo para votar Ganancias. La tentación peronista es tan seductora que nadie puede escapar a sus hechizos aun a costa de perder el paraíso. Un análisis interesante de la realidad nacional a través de la lupa de Carlos Salvador La Rosa en el diario Los Andes de Mendoza
Juan Perón hizo el peronismo a su imagen y semejanza. El líder fue el creador y el movimiento, la criatura. En 1955 prohibieron a los dos y desde entonces el General dedicó el resto de su vida al reencuentro de ambos con el país. Lo logró pero el costo fue enorme, porque desde el exilio debió sumar todo lo que encontró. Y encontró mucho.
Así, cuando líder, pueblo y movimiento se reencontraron en la Argentina de 1973, la criatura ya era inmensamente más poderosa que el creador, aunque todavía nadie lo supiera. Perón conservaba el aura pero ya podía hacer poco para dominar al movimiento, el que había cobrado vida propia y era inmanejable. Aunque no se hubiera muerto difícilmente lo habría podido controlar. Imagínense que si superó a su creador, lo que haría con personajes tan menores en comparación, como Menem o los K.
Lo cierto es que a estas alturas el peronismo ha devenido una criatura jurásica, un león, que se mueve solo, mucho más allá de la voluntad de sus integrantes porque se reproduce automáticamente.
Sólo los renovadores ochentosos pretendieron convertirlo en otra cosa y les fue peor que a todos. Por eso los peronistas permanentes (esos que han sobrevivido a Menem y Kirchner bajando la cabeza ante ambos y despreciándolos luego a ambos, sin cargo alguno de conciencia o de coherencia), sabedores de eso, no quieren ser Cafiero-De la Sota 87/88 o Bordón-Chacho 95 que, al pretender domarlo para adaptarlo al sistema democrático normal surgido en 1983, perdieron todo. Mientras, Menem o Kirchner se subieron a él y, en vez de querer controlarlo, lo dejaron crecer a como diera lugar.
A cambio la criatura les permitió ser reyes absolutos mientras les duró la racha. Así es el peronismo: a los que quieren frenarlo, limitarlo o cambiarlo, los tira de la montura, mientras que a los que lo dejan crecer sin límites ni cordura, les comparte el crecimiento por una temporada. Funciona así hace siete décadas, tiempo suficiente para sacar algunas conclusiones.
Los renovadores, que fueron los únicos que intentaron quebrar esa lógica, en 1987 se fueron de la estructura partidaria y dejaron solos a los mariscales de la derrota de 1983. Pero apenas ganaron desde afuera, convocaron de nuevo a todos. Error mortal. En dos años, los que habían perdido en 1983 contra los radicales y en 1987 contra los renovadores, fueron la base social con la que Menem exterminó a radicales y renovadores juntos y se quedó con todo.
Con el riojano en el gobierno, la criatura siguió creciendo en forma desbocada. Y cuando en 1999 cayó Menem y ganó De la Rúa, el peronismo ya había inficionado el cuerpo entero de la nación con su impronta. Por eso a los dos años, en 2001, volvió para salvar a la Argentina del mal que él mismo había causado. Y ésa sería su lógica permanente. Cada vez más y más.
De ella se colgó Kirchner con más ambición aún que Menem: quiso usar al peronismo no para solamente reinar y hacer lucrar a los suyos con el saqueo nacional, sino para crear su propio partido supuestamente superador de la criatura original en lo que, como era de prever, fracasó estrepitosamente. Pudo domar a casi todo el país, pero no pudo domar al peronismo aunque domó a casi todos los peronistas. Y eso que para lograrlo se jugó el todo por el todo. Se corrompió enteramente y corrompió todo lo que encontró a su paso, para lograr tal objetivo, pero el peronismo es invencible porque lo único que le interesa es sobrevivir y ser cada día más grande. Para eso se apoya en las ambiciones particulares de sus conductores de ocasión, pero luego los elimina cuando no los necesita más.
Hoy, luego del fracaso de los Kirchner, el peronismo está atomizado en tantas partes como peronistas hay, pero ellos -todos y cada uno- son los soldados y apóstoles -algunos conscientes, la mayoría inconscientes- de la reconstrucción. El peronista no se siente menemista ni kirchnerista, sino que se siente todo a la vez. O sea nuevamente quiere reconstruir al PJ hasta que se identifique con la totalidad de la nación bajo la excusa del movimientismo donde entran todos. “El peronismo es todo y peronistas somos todos”. Para ellos no es un sarcasmo del General sino una verdad revelada y ellos, sus apóstoles.
A no ser que alguien pare esa desmesura, la criatura peronista prefiere autodestruirse por hinchazón que aceptar ser una parte y no toda la nación. Todo peronista que quiere ser el líder del movimiento sabe que es más fácil llevar el apunte a sus tendencias fagocitadoras que ponerle límites. De allí el grave peligro.
Como la superplanta de “La pequeña tiendita del horror”, la criatura peronista se alimenta de carne humana. Mientras más le dan de comer, más crece y más hambre tiene.
El peronismo es un espíritu inmaterial que se corporiza en sus líderes, pero siendo siempre más que ellos, incluso que su creador Perón.
Si no, no podría haber subsistido tanto. Es que el peronismo no es un adjetivo ni una perversión ni una desviación sino algo muy auténticamente argentino que viene desde el subsuelo del país. Desde las profundidades y los abismos nacionales como alguien que, luego de haber estado tanto tiempo oculto porque algunos lo quisieron ocultar, surgió con la pretensión de cubrirlo todo bajo su impronta.
Puramente autóctono, expresa nuestras más profundas y secretas tendencias (las buenas y las malas, las mejores y las peores, pero las más nuestras, gusten o no). El verdadero peronismo es puro espíritu, se siente infinito. En cambio su cuerpo es temporal, finito, se expresa en los reyes que se suceden hasta que muerto el rey, viva el rey. En el catolicismo, la Iglesia es el cuerpo de Dios. En el movimiento creado por Perón, el líder es el cuerpo del peronismo, pero sólo el movimiento se parece a dios.
De sus 20 verdades sólo hay dos verdaderas, la 21 y la 22: Que cuanto parece que se pelean en realidad se están reproduciendo. Y que todos pueden poner en la gran bolsa pero nadie puede sacar nada para llevárselo afuera.
Todo líder, cuando llega a líder, se da cuenta de que el peronismo es eterno mientras que él tiene los días contados. Que mientras lo represente, el peronismo le dará simulación de eternidad como si uno y otro fueran lo mismo. Pero que tarde o temprano lo dejará en la pampa y en la vía. Entonces el líder intenta exorcizar el mal tratando de cambiar al peronismo para ponerlo al servicio exclusivo de su facción: haciéndolo un movimiento liberal con María Julia y Adelina (Menem).
O queriendo hacerlo un partido de izquierda (los Kirchner). Mientras, los peronistas permanentes, los obispos y sacerdotisas, reportan más a la Iglesia que a los Papas, cultura eminentemente católica. O clásica, como el Senado de Roma que se bancaba a los Calígula y a los Nerón con tal de que sobreviviera el imperio.
Además son ecuménicos los peronistas peronistas: aspiran a llevar la verdad, su verdad, por el mundo entero, que en el caso de ellos es la Argentina. Anhelan convertir a todos. En cambio, los Cafiero quisieron transformar al peronismo-movimiento en un partido normal, y ni siquiera se les permitió intentar. Los pararon antes de llegar. Como si fueran los portadores de la suprema herejía. Como si fueran los Lutero o los Calvino del catolicismo.
Hoy, de todos, el que más ambición tiene de ser el nuevo líder de la criatura es Sergio Massa, que dice seguir los pasos renovadores de Cafiero, por eso se fue del Frente, pero lo que más bien parece querer es ser el nuevo Kirchner, como el mismo Kirchner lo presintió cuando aún era presidente. “Ese tipo es más ambicioso que yo”, solía decir Néstor, mitad en chiste, mitad no tanto.
Massa, con el papel que jugó en el debate por el impuesto a las Ganancias, cayó en la tentación de la manzana del paraíso. Al hacerle sacar a los suyos unas fotos con los K y pactar con ellos, desnudó sus más secretas intenciones. Por eso luego intentó dar media marcha atrás, pero el paso crucial ya había sido dado. Buscó, como aprendiz de hechicero, juntar otra vez todos sus pedacitos. (A propósito, una breve digresión: ¿Qué andaba haciendo la Marga Stolbizer ayudando a reconstruir a la criatura?).
En síntesis, hoy otra vez la criatura peronista se debate entre desaparecer como tal para confundirse con la historia o reaparecer con aún más fuerza, ya a pura desmesura. En una improbable “tercera posición” algunos pocos quedan que la quieren hacer simplemente humana, limitada, finita, pero siempre fracasaron. Y nada indica que hoy será distinto.
Sin embargo ésa es la única posibilidad racional para que el peronismo deje vivir en paz a la Nación y desde su parte contribuya a su grandeza: es preciso que las tribus del PJ se separen y luego se reúnan en diversos partidos según su afinidad. Lo demás es puro amontonamiento al servicio de una máquina de poder irracional que pretende ser todo, o sea la nada con poder absoluto. El gran drama nacional.
Hoy, de renacer la criatura, estaríamos incluso peor que antes, porque Menem o Kirchner mostraron alguna cara ideológica que al menos disimulaba las ambiciones absolutas de poder como única motivación real. Pero Massa ni siquiera eso; se adapta a todo. Con lo de Ganancias demostró que quiere ser el demagogo en estado puro, de lo cual ya había brindado indicios. Todas las ideologías le son ajenas, o al revés, que es lo mismo, ninguna ideología le es ajena. Deberá hacer mucho para demostrar que esa presunción no es cierta sino apenas una confusión de sus mal pensados críticos.
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Facundo López afirmó que “la educación es un derecho esencial”
“Para nosotros, la educación es un servicio esencial. Pero para garantizarlo se necesita financiamiento. Acá no hay fórmulas mágicas”, sostuvo el presidente del bloque de legisladores de JSRN, Facundo López.
“La universidad pública es parte de la historia de esta región y de todos los argentinos y argentinas. Su funcionamiento depende de contar con un financiamiento acorde a las necesidades y a la actualidad, que esté por encima de la inflación”, señaló López.
Asimismo, el jefe de la bancada oficialista remarcó la importancia de las Universidades de Río Negro y del Comahue en la provincia, instituciones “que son parte esencial en el desarrollo y el crecimiento social, económico y cultural”.
“No podemos permitir que una decisión del Gobierno Nacional atente contra el normal funcionamiento de nuestro sistema universitario público y gratuito. Se necesita más diálogo y un presupuesto que cumpla con las necesidades del sistema, que pueda ser debatido en el Congreso”, agregó.
Por otro lado, López recordó que “a principio de año ya manifestamos que no estamos en contra del control de la administración de las universidades, pero creemos que el ajuste no es la opción. Acá ni siquiera hablamos de un aumento del presupuesto, sino de una protección contra la inflación”.
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Gatti, sobre licencias: “Este mes el Estado ahorró más de $1.700 millones”
En el marco de la implementación del nuevo sistema de auditorías para la gestión de licencias, destinada a garantizar la eficiencia del servicio público, el Gobierno de Río Negro anunció una baja significativa en el número de pedidos en el mes de septiembre, generando un importante ahorro en la economía provincial.
Al respecto, el ministro de Gobierno, Trabajo y Turismo, Fabián Gatti, manifestó que “esta es una decisión del Gobernador que generó rispideces, pero lo cierto es que el control del ausentismo se hace en todo el mundo, en los sectores público y privado. En septiembre el personal de la administración pública solicitó más de 48.000 días de licencia y más del 53% de las mismas no pudieron ser debidamente justificadas, lo que quiere decir que existía una costumbre negativa para el servicio público y las arcas del estado”.
Por otra parte, el funcionario provincial destacó que “a través del control pertinente, este mes tuvimos un ahorro de más de 1.700 millones de pesos, lo que nos invita a seguir profundizando en este tipo de medidas como las que estamos llevando adelante y que ahora se focalizan en las licencias de algunos gremios como UNTER, por lo que he planteado la necesidad de discutir sobre este tema porque estamos hablando de plata que sale del contribuyente y no del gremio respectivo”.
Asimismo, Gatti agregó: “Este gremio tiene licencias que conforme a las legislaciones vigentes están siendo sostenidas por todos los rionegrinos, que a su vez tienen que tolerar paros en los que no se tiene en cuenta la Convención de los Derechos del Niño, partiendo de la base de que la educación es un derecho esencial no sólo para los niños y niñas sino también de toda la sociedad en general. Las medidas de fuerza deberían realizarse de otra manera”.
Cabe destacar que este control del ausentismo, además de garantizar la eficiencia y continuidad del servicio público, también promueve la transparencia de la gestión, permitiendo la auditoría interna y externa de las jornadas laborales de las y los empleados a la vez que deja a un lado los abusos al sistema que eran moneda corriente hasta antes de la implementación de las nuevas medidas.
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La Provincia licitó la repavimentación de la Ruta Provincial N° 51
El Gobierno de Río Negro, a través de Vialidad Rionegrina, realizó la apertura de ofertas de la Licitación Pública N° 05/2024 para la ejecución de la obra que consiste en la restitución de gálibo y repavimentación de la Ruta Provincial N° 51.
Esta obra “forma parte de un plan integral de desarrollo de la ciudad de Viedma que arranca en la Universidad de Río Negro, en la intersección de la Ruta Provincial N° 1 con la Ruta Provincial N° 51, acompañando el crecimiento de la capital rionegrina hacia ese sector. El objetivo es finalizar la obra antes de fin de año para iniciar el año próximo dando continuidad a esta obra integral que significa un gran beneficio para los viedmenses”, afirmó el presidente de Vialidad, Raúl Grün.
La apertura contó con la presentación de la oferta de la empresa Ingeniería y Arquitectura con una propuesta de $199.487.527,16.
La obra se realizará en la Ruta Provincial N° 51 en el tramo comprendido entre las Progresivas 0+700 km y Prog. 1+450 km. de la ciudad de Viedma.
Esta obra tiene como fin mejorar las condiciones actuales del sector en cuestión, restituyendo el gálibo de la traza para un mejor escurrimiento del agua producto de las precipitaciones, mejorar la macro y micro textura de la capa superficial y de esta manera poder prolongar la vida útil de la misma. La aplicación de este tipo de trabajo permite mejorar sustancialmente la transitabilidad de la calzada en lo que hace al confort y seguridad del usuario.
Junto al presidente de Vialidad Rionegrina, Raúl Grün, estuvieron presentes el vicegobernador Pedro Pesatti; el ministro de Obras y Servicios Públicos, Alejandro Echarren; el intendente de Viedma, Marcos Castro; los legisladores Facundo López, Maricel Cevoli y Marcelo Szczygol, entre otros funcionarios provinciales.
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